Inoportunos

El suspiro me dejaba sin aire, más sin embargo fui feliz como nunca antes.
Sin poder cerrar los ojos, la vanidad se mostró en plenitud,
Sin desconsuelo,
Sin tapujo alguno, salió.
Eché a correr la adrenalina solo con la respiración. Fue como si el cielo me elevase en rodeos infinitos de vértigos.
Así sin mas desapareció.

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